lunes, 18 de enero de 2010

(4) LA FUNCIÓN

Es posible que más que hablar de arquiteturas efímeras deberíamos plantearnos como punto de partida las funciones efímeras, las funciones cambiantes. La historia nos demuestra que la construcción, la forma, supera a la función, que la capacidad de adaptación de la forma a distintas necesidades es mayor de lo que podríamos imaginar. Estaciones de ferrocarril que se transforman en museos; centros fabriles que acaban abrazando bibliotecas; iglesias vendidas al pecado de la noche,...Nuestro Puente Habitable podría ser uno de ellos. De momento, haremos de la posibilidad de estar, de suspenderse sobre las aguas en un conjunto de monacales celdas, su principal razón de ser. Un hotel para turistas accidentales, de ligero equipaje. Y sobre la tierra, en la orilla de Oporto, una seductora oferta de ocio. El bien y el mal unidos a nuestro antojo.


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